Bar Edén: Los bailes de swing (II): Los antecedentes, el Cakewalk

El Cakewalk nació como una forma de entretenimiento entre los esclavos de las plantaciones del sur de los EE.UU, a mediados del s.XIX. Se trababa de un baile que parodiaba de forma satírica las danzas formales europeas en el que varias parejas desfilaban a lo largo de una tarima, o en círculo, cogidos del brazo o la muñeca, con la espalda inclinada hacia atrás, avanzando con pasos burlonamente solemnes, combinando pequeños brincos con patadas ('kicks'), elevando mucho las rodillas, tratando de mantener siempre una pose teatral dignidad y desdén exagerados.

La indumentaria de los bailarines incluía ropa elegante para las chicas, grandes sombreros, sombrillas, y para los chicos, bastón y sombrero de copa.

Al terminar el baile, aunque más bién se trataba de un desfile, se entregaba a los ganadores o se repartía entre los mejores bailarines un pastel, de donde procede el nombre "Cakewalk".

En el origen se trataba de una burla de los esclavos hacia los amos de las plantaciones, una válvula de escape que cuestionaba su autoridad, pero éstos lejos de reprimirlo aceptaron el juego tomando el papel del juez que decidía quien era el ganador del pastel (recuperando de paso la dignidad de su posición), y la costumbre se convirtió en una forma popular de entretenimiento que solía celebrarse los domingos y días festivos desde 1850.

El Cakewalk se fué extendiendo hacia el norte y el resto de los EE.UU. y se hizo muy popular tanto entre blancos como negros durante el cambio de siglo (1895-1905), sobre todo gracias a los espectáculos de 'vaudeville' que lo incorporaban entre sus números.

El estilo musical que acompañaba al Cakewalk, fuertemente sincopado, adquirió complejidad y sofisticación y evolucionó eventualmente hacia el Ragtime, que fué uno de los estilos precursores del Hot Jazz, además de servir como fuente de inspiración en las obras de algunos compositores blancos como Claude Debussy, o las marchas militares de John Philip Sousa.